Si existe un empresario multifacético en el país, sin duda, ese es Eduardo Eurnekian. Con 77 años, este magnate de origen armenio dejó atrás un manojo de empresas para pasar a ser propietario de uno de los conglomerados de compañías de origen nacional más importante de toda Latinoamérica.
Su hijo predilecto, Corporación Amé-rica SA, se ocupa de productos tan diversos que van desde la explotación de terminales aeroportuarias hasta el desarrollo de terneros clonados, pasando por grandes obras de infraestructura hídrica y vial.
Alejado de sus turbios negocios de la década del ‘90, que lo colocaron como el símbolo del empresario menemista, y superada la polémica por la renegociación de Aeropuertos Argentina 2000, Eurnekian actualmente disfruta de promocionar su vida personal y empresa-rial a través de su propia página web, www.eduardoeurnekian.com, creada recientemente.
En ella se muestra mucho más distendido que en épocas anteriores, exponiendo los logros comerciales obtenidos e incluso adelantando sus próximos movimientos en proyectos cuestionados, como la absorción de Telecom Italia, a partir de una fusión con el mexicano Slim.
La reconstrucción de esta figura, cuestionada desde sectores de la oposición política,
“Emprender como filosofía de vida”, reza en la presentación de su web, Eduardo Eurnekian es el empresario que resurgió de las cenizas.
Paso a paso, la construcción del empresario
Cuando Eurnekian adquirió, a principios de los ‘80, su primera gran empresa, Cablevisión, el negocio de la transmisión por cable era una tierra mucho más riesgosa que en la actualidad, y difícilmente pensó que ése sería el paso indicado para la construcción de su imperio empresarial.
La compañía fue explotada por 15 años y en 1995 fue vendida por el nada despreciable monto de 750 millones de pesos, en la que fue catalogada una de las mayores transacciones realizadas en el país durante esa década.
Para ese entonces, el “pulpo” armenio había profundizado su presencia en los medios de comunicación, lo que le permitió iniciar una tumultuosa pero efectiva relación con el presidente Carlos Menem, que luego se profundizaría con la concesión de las terminales aeroportuarias de
También tuvo en su poder las aerolíneas LAPA y Southern Winds, involucradas en distintos escándalos en los gobiernos de Menem y Néstor Kirchner.
Según datos oficiales, tan sólo en los últimos cuatro años Eurnekian amplió su cartera en trabajos viales con el fin de incluir la concesión para la construcción y operación de
Además, sus primeros pasos le abrieron las puertas de los negocios en el extranjero, arista que prioriza en estos momentos a través de proyectos e inversiones de envergadura, como las terminales aeroportuarias en Rusia, Uruguay y Venezuela, o los desarrollos ganaderos en Armenia, o su incansable negociación por ser el hacedor de Telecom Italia.
Los nuevos desafíos
Con la prórroga de la explotación de Aeropuertos Argentina 2000 obtenida, Eurnekian decidió diversificar sus puntos de inversión a través de Corporación América SA, y en tan sólo una década logró afianzarse en una multiplicidad de sectores que incluyen la actividad bancaria, los biocombustibles, la agricultura y ganadería y el asesoramiento a comercios minoristas.
En el ámbito del desarrollo agricolaganadero creó la división UnitecAgro, que posee la mayor extensión de tierras irrigadas artificialmente en Argentina, y gerencia seis cabañas distribuidas en las provincias de Chaco y Formosa. Entre ellas se destaca Don Panos, al igual que el reciente logro de terneros clonados.
A fines de 2006 adquirió la entidad bancaria Converse Bank, que es el tercer banco en importancia en Armenia, país en el que también emprendió las actividades aeroportuaria y agrícola. Ese mismo año se unió, sin éxito, a los poderosos empresarios Enrique Eskenazi, del grupo Petersen, y Hugo Sigman, de Biogénesis Bagó, en un intento conjunto por comprar SanCor, la segunda empresa láctea de nuestro país.
En junio de 2007, junto a Ernesto Gutiérrez, su amigo y presidente de Aeropuertos Argentina 2000, adquirió acciones de la compañía Inversora Cervecera SA, que compró a AmBev las marcas de cerveza Bieckert, Palermo e Imperial.
También, con otra de las divisiones de Corporación América, UnitecBio, Eurnekian ingresó en el negocio de los biocombustibles, un campo casi sin explotar en nuestro país. Con una inversión inicial de 300 millones de dólares, construyó dos plantas de biodiesel.
A ello se suma su expansión en el sector energético, ya que se adjudicó la concesión para la exploración y el desarrollo de petróleo y gas en todo el sur argentino, además de la construcción de dos presas hídricas en la provincia de Santa Cruz.
Por último, la más reciente inversión de Eurnekian fue destinada a un sector inesperado: la industria vitivinícola. A principios de este año realizó una inversión de 50 millones de dólares para asociarse con la familia Viola, que desde hace una década preside Bodega del Fin del Mundo.
¿Cuál será el próximo blanco del imperio Eurnekian?
Fuente: Revista Desafío Económico
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