Como era de esperar, el nombramiento de Hernán Lorenzino al frente del Ministerio de Economía será pasado por el cedazo de los analistas para dejar de manifiesto la manera en la que debe ser interpretado.

Para el economista Julio Gambina-autor de "Economía mundial y América latina"-, la elección de Lorenzino, Norberto Yauhar y Juan Manuel Abal Medina, deben ser leídas como parte de una continuidad: "sólo se modificaron las carteras de ministros que pasan al Poder Legislativo. En materia de economía, pareciera que se privilegia la normalización financiera con el exterior". 

Luego de señalar que el antecedente de Lorenzino es su ingreso al Ministerio para la reapertura del canje de deuda en 2010, a lo que debe añadirse su vinculación con los organismos financieros con sede en Washignton en representación del Gobierno argentino, Gambina subrayó, en entrevista con Agencia CNA, que "da la sensación de que el objetivo central de este área, en el próximo período, va a ser completar aquello que inició (Roberto) Lavagna, en el gobierno de (Eduardo) Duhalde: reinsertar a la Argentina en el mercado financiero mundial". 

A juicio del analista, con pasado en la CTA, que sea Lorenzino el reemplazante de Boudou expresa que se está buscando cumplir  con los pagos de la deuda pública, lo cual es una exigencia de los organismos financieros internacionales: "creo que el nombramiento de Lorenzino puede ser tomado como una medida adecuada a los intereses de los acreedores externos". 

Ante el interrogante sobre cuál hubiera sido el perfil del ministro si lo hubiese tenido que elegir él, Gambina manifestó que: "yo he hecho manifestaciones críticas del perfil productivo de la Argentina que favorece la extranjerización de la economía y la subordinación de la organización económica del país al poder de las transnacionales. Si pudiera incidir, modificaría el modelo productivo con otros beneficiarios y, por lo tanto, otros perjudicados".