Las polémicas declaraciones que realizó el presidente del bloque de diputados radicales Alejandro Molero, al expresar "billetera mata galán", lo dejaron en una posición incómoda frente a sus pares. Los cuestionamientos se multiplican tanto en la Legislatura como en el seno de la UCR.
En la actualidad, su posición en la Legislatura pende de un hilo. La comisión de Derechos y Garantías está tratando el caso y entre sus colegas, se puede apreciar un estado de ánimo bastante exasperado. Tanto es así, que en los pasillos de la Casa de las Leyes se escuchan airados reclamos para que se aplique una pena que sirva de ejemplo. "Fue una falta grave que merece una sanción severa, no puede pasar desapercibida. Es lo que voy a recomendar en el bloque", se atrevió a decir Carlos Bianchinelli jefe de la bancada del PJ.
Pero, además de seguir atentamente el progreso de la comisión de Derechos y Garantías donde se analiza el pedido de la cuestión de privilegio que solicitó el Partido Demócrata, al mismo tiempo deberá mirar de reojo la situación dentro de su propia fuerza política. Hay radicales que están que vuelan y ese malestar puede hacer tambalear la jefatura de Molero en el bloque.
El detonante de esta situación se produjo cuando los diputados tomaron conocimiento de los dichos del alvearense, quien dejó entrever un posible pago de sobornos, luego de la media sanción que recibió el acta acuerdo del Ejecutivo con la minera Vale por el proyecto Potasio Río Colorado en la Cámara de Diputados.
"La verdad, acá la billetera mata galán. Quedó evidenciado que son muy frágiles las convicciones de algunos legisladores", se despachó el cuestionado legislador.
Además de esta frase, le achacan que no se disculpó en un primer momento en una reunión de Labor Parlamentaria, en la que estaban los demás jefes de bloques y que trató de "dibujarla".
La comisión de Derechos y Garantías de la Cámara baja, que preside el diputado del PIM Ricardo Puga, comenzó ayer con el análisis del pedido de "cuestión de privilegio" que presentó el PD.
Antes de emitir un dictamen, en el cual se expresa si hay motivos, o no, para sancionar (apercibimiento, suspensión o expulsión), Molero tendrá derecho a ejercer su defensa el próximo 12 de agosto, paradójicamente, el mismo día del aniversario de Alvear.
Entre los documentos que obran en poder de la comisión se encuentra la versión taquigráfica de sus dichos. Según Puga, el radical "reconoció informalmente" que esas fueron sus palabras.
Si bien, ahora, todos esperan las disculpas "públicas" y en el "amplio sentido de la palabra" -tiró uno de sus pares-, "la pena por su accionar tiene que estar presente", añadieron. "Cuando uno rompe un vidrio va y se disculpa; pero después, igual tiene que pagar el vidrio roto", explicaron.
"La situación de Molero es muy complicada porque de todos los partidos, incluso del radicalismo, están muy enojados", comentaron.
Mientras tanto para tratar de aplacar las aguas, ayer Molero mantuvo una charla, amena y en buenos términos, con su par del Confe, Andrés Marín. Pero ese tema es sólo la punta del iceberg. Además del malestar que desataron sus dichos en las otras fuerzas políticas, dentro de la UCR también están que vuelan.
"Y, podría plantearse que deje la presidencia del bloque", dijo un legislador radical muy ofuscado por la situación. Igualmente otro encumbrado correligionario bajó un poco la tensión interna y aseguró que "esa opción no se ha hablado", pero sí consideró propicio "que se retracte por sus declaraciones poco felices".
Es que en este embrollo hay quienes pretenden que el partido tome cartas y están redactando una nota al comité mendocino en la que dejan expresa constancia del "repudio" a sus expresiones.
Fuente: Diario Los Andes