Sus problemas de salud comenzaron alla por 2004, un año después de ponerse al frente del país, en abril de 2004, el ex presidente estuvo internado durante seis días en el Hospital Regional de Río Gallegos, luego de haber sufrido una indisposición mientras descansaba en su residencia de El Calafate.
Oficialmente se informó que se trató de una gastroduodenitis erosiva aguda con hemorragia, que le provocó la ingesta de un antinflamatorio producto de un tratamiento de conducto.
En noviembre de 2005 debió suspender un viaje a Tucumán, donde iba a compartir un acto con el gobernador José Alperovich, por recomendación del médico de cabecera de la familia presidencial Luis Buonomo a raíz de otra indisposición gástrica.
"Me quieren matar, me quieren enfermar, pero gracias a Dios gozo de muy buena salud", sostuvo Kirchner, en enero de 2006, luego de otra descompensación similar.
Este año, en febrero, el secretario general de la Unasur fue internado de urgencia en la clínica Los Arcos e intervenido quirúrgicamente luego de haber sufrido una descompensación producto de una afección vascular.
Esa mañana, el diputado nacional sintió las piernas adormecidas, por lo cual consultó a su médico personal, quien tras constatar los síntomas, ordenó su internación al igual que en este momento, en la clínica de Los Arcos, del barrio porteño de Palermo.
En aquella oportunidad, la Unidad Médica Presidencial informó que el ex presidente "presentó un cuadro clínico causado por una patología de su arteria carótida derecha que requirió tratamiento quirúrgico".
El médico que lo operó Victor Caramutti señaló que el estrés y la hipertensión son algunas de las posibles causas de la afección arterial que sufrió Kirchner en ese entonces.
En septiembre, Kirchner tuvo "un dolor de pecho", lo que motivó su traslado, primero a un centro asistencial de Olivos y luego al Sanatorio de los Arcos de la Ciudad de Buenos Aires, donde le practicaron una angioplastia.
Hoy a la mañana, Néstor Kirchner volvió a descompensarse y los médicos en El Calafate intentaron reanimarlo, pero dos paros cardiorrespiratorios terminaron con la vida del ex presidente.